Es la última ruta, y por ella vamos a empezar, no quiero poner track, y datos técnicos, para eso hay ya muchas páginas. Solamente quiero poner lo que veo, y las sensaciones.
En esta ruta, voy acompañado por mi mujer y mis hijos solamente, por tanto, es una ruta apta para niños, matizando, que estén acostumbrados a caminar.
Para esta ruta, nos desplazamos 90 km. En coche desde León hasta el pueblo asturiano de Tarna, por el puerto de las Señales y luego bajando por el de Tarna.
Es un día soleado y con buena temperatura para estar en octubre, aparcamos en el primer sitio libre, a la vuelta, estaba muy concurrido.
Comienza la ruta con humedad y algo de barro, algo que celebrar después de ver lo seco que está todo en la vertiente leonesa.
El primer tramo es una subida constante, y hay que empezar suave para no desmoralizar a la prole.
En todo momento, el entorno es sombreado y la arboleda es muy vistosa, continuamos ascendiendo...
Como Dani no quiere salir en las fotos, Silvia acapara...
Con la sequía, el puente no es necesario, pero queda muy bien en la senda (Dani no da la cara, luego se adelantaría, y nos sacaría un buen tramo, como siempre que hay subidas)
Vamos encontrando varios arroyos minimizados en este estío interminable...
Silvia no rehuye la cámara. Otro puente.
!AHÍ ESTÁ¡
Espectacular
El equipo de hoy.
Hemos tardado una hora y media en llegar, a buen ritmo, la vuelta sería parecida, ha sido un camino muy bonito, y sin duda el recomendable, con lo que la ruta quedaría sobre unos 7 u 8 km.
Pero como somos de esos tozudos que no queremos perdernos nada tomamos el camino de la "senda del río", con lo que terminaremos superando los 10 km. por un sendero no tan bonito. Pero igualmente agradable. Con niños, mejor regresar por el mismo sitio.
Regresamos, por un sendero que transcurre a la orilla de la carretera durante los últimos dos km. entre los prados y las vacas, donde la sombra empieza a escaparse y el calor aprieta.
Al final ha merecido la pena, bien por la cascada, bien por el entorno y el día que acompaña. Una vez en el pueblo, un refrigerio en el bar, el señor muy amable, de esos que adivinas buena persona a primera vista.
El regreso por Puebla de Lillo, nos deparó la vista de rebecos en el lecho seco del pantano...
Por ahí un rebaño de rebecos
Y más rebecos
No tengo experiencia con este tipo de entradas, así que no he puesto muchas descripciones, para que la entrada se vea de forma dinámica y aplicando el principio de que una imagen vale más que mil palabras. Como es la primera entrada del blog que sirva para ir corrigiendo errores para las siguientes.
Espero no aburriros y que sirva para dar una pequeña noción de lo que se puede esperar de la ruta.
Bonita ruta,Rubén. A Dani ya le pillaré yo para ponerle firmes y que pose para las fotos,jajaja.
ResponderEliminarUn abrazo,familia.